A TI, MADRE


A TI, MADRE

A ti,
que un día decidiste
traerme a este mundo,
en la humilde habitación
de una casa de alquiler
junto a una triste carretera.
A ti
que me protegiste
como tu mayor tesoro
mientras yo daba
mis primeros pasos.
A ti,
que me educaste
como mejor supiste,
dándome lo mejor
en cada momento.
A ti,
que nos diste, a papa, a tu nieto y a mi
tus mejores años
a cambio de nuestro bienestar.
A ti,
que me has dado siempre
los mejores consejos,
aún no haciéndote caso
alguna de las veces.
A ti,
que estás en mis días más soleados
cargados de sonrisas
y en mis noches más oscuras
llenas de lágrimas y mal humor.

A ti, que te debo la vida.
Ahora, es tiempo de que descanses,
de que te relajes y te dejes ayudar.
Cogido de tu mano, caminaremos
por sendas de paz y armonía.
Eres fuerte y valiente,
nada ni nadie te parará.
Ganarás esta batalla
como ya la ganaste hace años,
saliendo victoriosa
y con una sonrisa entre tus labios.
Por eso, quiero que sepas
que aquí estaré,
cuidándote y apoyándote,
hasta mi último
aliento de fuerza,
hasta tu último
aliento de vida.

                                                                                                           A mi Madre.


Antonio Rodríguez
Diciembre 2017